fuente: http://www.elnuevoherald.com/
Robert O’Neill, el miembro del grupo de fuerzas especiales Navy SEAL que efectuó el disparo mortal que acabó con la vida de Osama Bin Laden en 2011 en Pakistán, reveló el jueves su identidad en una entrevista con The Washington Post.
O’Neill, de 38 años y veterano de
Irak y Afganistán, había accedido a comentar la operación militar que en
mayo de 2011 acabó con el jefe de Al Qaeda en una entrevista previa con
la revista Esquire en 2013, pero solo a condición de que no se divulgase su nombre.
Durante la próxima semana, el antiguo Navy SEAL tenía previsto hacer pública su identidad en dos entrevistas concertadas con la cadena Fox News y el Washington Post, pero decidió adelantarlo después de que una página web de antiguos miembros del grupo de fuerzas especiales decidiese filtrarlo como señal de protesta.
En su entrevista con el Post, afirma que lo que en un principio había sido un secreto militar, su identidad, había sido objeto de constantes filtraciones dentro de las fuerzas armadas y del Congreso.
O’Neill agregó que tomó su decisión de revelar su nombre después de una reciente reunión con familiares de víctimas de los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York en la que le expresaron “que ayudaría a echar el cierre a lo ocurrido”.
No obstante, la salida a la luz pública del nombre de O’Neill ha generado una importante controversia en el seno de las fuerzas armadas.
El comandante de las fuerzas de Guerra Especiales de la Armada, B.L. Losey, en una carta a sus oficiales fechada el 31 de octubre subrayaba que no toleraba “una desconsideración caprichosa o egoísta de nuestros valores fundamentales para conseguir notoriedad pública o beneficio financiero”.
Por su parte, O’Neill califica la operación en el refugio de Bin Laden en la localidad paquistaní de Abbottabad como la más difícil de su dilatada carrera.
“No pensé que fuese a sobrevivir”, recalca.
O’Neill estaba acompañado de otros cinco Navy SEAL que accedieron al complejo donde estaba alojado Bin Laden y llegaron al tercer piso, en el que descubrieron al cabecilla máximo de Al Qaeda refugiado junto a una de sus mujeres.
“En ese segundo, le disparé, dos veces en la frente. Bap! Bap! La segunda vez, cuando se caía. Se encogió enfrente de su cama y le disparé de nuevo”, señaló.
Los detalles de la operación ya habían sido relatados por Mark Bissonnette, uno de sus colegas, en un libro titulado “No Easy Day” (No era un día fácil).
En el asalto del 2 de mayo de 2011 que dio muerte a Bin Laden participaron en total 23 Navy Seal y un intérprete, que acabaron también con la vida de dos guardaespaldas del terrorista, la mujer de uno de ellos y uno de los hijos del líder de Al Qaeda.
Robert O’Neill, el miembro del grupo de fuerzas especiales Navy SEAL que efectuó el disparo mortal que acabó con la vida de Osama Bin Laden en 2011 en Pakistán, reveló el jueves su identidad en una entrevista con The Washington Post.
Durante la próxima semana, el antiguo Navy SEAL tenía previsto hacer pública su identidad en dos entrevistas concertadas con la cadena Fox News y el Washington Post, pero decidió adelantarlo después de que una página web de antiguos miembros del grupo de fuerzas especiales decidiese filtrarlo como señal de protesta.
En su entrevista con el Post, afirma que lo que en un principio había sido un secreto militar, su identidad, había sido objeto de constantes filtraciones dentro de las fuerzas armadas y del Congreso.
O’Neill agregó que tomó su decisión de revelar su nombre después de una reciente reunión con familiares de víctimas de los atentados del 11 de Septiembre en Nueva York en la que le expresaron “que ayudaría a echar el cierre a lo ocurrido”.
No obstante, la salida a la luz pública del nombre de O’Neill ha generado una importante controversia en el seno de las fuerzas armadas.
El comandante de las fuerzas de Guerra Especiales de la Armada, B.L. Losey, en una carta a sus oficiales fechada el 31 de octubre subrayaba que no toleraba “una desconsideración caprichosa o egoísta de nuestros valores fundamentales para conseguir notoriedad pública o beneficio financiero”.
Por su parte, O’Neill califica la operación en el refugio de Bin Laden en la localidad paquistaní de Abbottabad como la más difícil de su dilatada carrera.
“No pensé que fuese a sobrevivir”, recalca.
O’Neill estaba acompañado de otros cinco Navy SEAL que accedieron al complejo donde estaba alojado Bin Laden y llegaron al tercer piso, en el que descubrieron al cabecilla máximo de Al Qaeda refugiado junto a una de sus mujeres.
“En ese segundo, le disparé, dos veces en la frente. Bap! Bap! La segunda vez, cuando se caía. Se encogió enfrente de su cama y le disparé de nuevo”, señaló.
Los detalles de la operación ya habían sido relatados por Mark Bissonnette, uno de sus colegas, en un libro titulado “No Easy Day” (No era un día fácil).
En el asalto del 2 de mayo de 2011 que dio muerte a Bin Laden participaron en total 23 Navy Seal y un intérprete, que acabaron también con la vida de dos guardaespaldas del terrorista, la mujer de uno de ellos y uno de los hijos del líder de Al Qaeda.
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