fuente: http://www.elmundo.es/
La desaparición de 43 estudiantes mexicanos por parte de policías y criminales exige una respuesta contundente porque está en juego "la credibilidad del Estado" y coloca a la sociedad ante la posibilidad de decir "nunca más", dijo este jueves la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú.
"Este es el momento en que todo México va a decir jamás y nunca más
vamos a permitir desapariciones forzadas, abusos masivos contra la
gente", dijo la indígena guatemalteca en una entrevista con la cadena
televisiva Televisa. "Hubo un antes y un después", añadió.
La desaparición de los estudiantes de una escuela rural pobre para maestros ha provocado movilizaciones masivas en todo el país que no se veían desde hacía años, y esto a pesar de las más de 22.000 desapariciones y más de 85.000 asesinatos asociados con la lucha contra el crimen organizado en los últimos ocho años.
"México, si bien sufrió muchas violencias, este tipo de violencia no la sufría en carne propia", dijo Menchú, que destacó la solidaridad que ha generado el caso de los estudiantes.
Ante esta situación las autoridades deben garantizar "que no se niegue la verdad porque la credibilidad del Estado está de por medio, que la investigación sea imparcial, sea exhaustiva, enérgica, que no tiemble la mano frente a los responsables", añadió.
Los estudiantes desaparecieron después de ser atacados por policías municipales en alianza con el cártel Guerreros Unidos en Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes del sureño estado de Guerrero, donde se habían apoderado de autobuses para trasladarse. Hubo además seis personas muertas y 25 heridos.
Las autoridades han detenido a unas 60 personas, entre ellas al alcalde destituido de Iguala, José Luis Abarca, y a su esposa María de los Ángeles Pineda, acusados de ser los autores intelectuales del ataque para impedir que los estudiantes sabotearan un acto que ella encabezaba.
En un cerro cerca de Iguala se han encontrado 38 cadáveres, que de acuerdo con los primeros análisis de ADN no corresponden a los jóvenes.
Sin embargo, se está a la espera de peritajes del Equipo Argentino de Antropología Forense, una organización independiente que, a diferencia de las instancias oficiales, cuenta con la confianza de las familias, aunque los padres han exigido que se busque a sus hijos vivos y no en fosas.
La desaparición de los estudiantes de una escuela rural pobre para maestros ha provocado movilizaciones masivas en todo el país que no se veían desde hacía años, y esto a pesar de las más de 22.000 desapariciones y más de 85.000 asesinatos asociados con la lucha contra el crimen organizado en los últimos ocho años.
"México, si bien sufrió muchas violencias, este tipo de violencia no la sufría en carne propia", dijo Menchú, que destacó la solidaridad que ha generado el caso de los estudiantes.
Ante esta situación las autoridades deben garantizar "que no se niegue la verdad porque la credibilidad del Estado está de por medio, que la investigación sea imparcial, sea exhaustiva, enérgica, que no tiemble la mano frente a los responsables", añadió.
Los estudiantes desaparecieron después de ser atacados por policías municipales en alianza con el cártel Guerreros Unidos en Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes del sureño estado de Guerrero, donde se habían apoderado de autobuses para trasladarse. Hubo además seis personas muertas y 25 heridos.
Las autoridades han detenido a unas 60 personas, entre ellas al alcalde destituido de Iguala, José Luis Abarca, y a su esposa María de los Ángeles Pineda, acusados de ser los autores intelectuales del ataque para impedir que los estudiantes sabotearan un acto que ella encabezaba.
En un cerro cerca de Iguala se han encontrado 38 cadáveres, que de acuerdo con los primeros análisis de ADN no corresponden a los jóvenes.
Sin embargo, se está a la espera de peritajes del Equipo Argentino de Antropología Forense, una organización independiente que, a diferencia de las instancias oficiales, cuenta con la confianza de las familias, aunque los padres han exigido que se busque a sus hijos vivos y no en fosas.
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