POTENCIAL SIN EXPLOTAR EN EL “TURISMO DE RAICES”
Jasmin Garraway
En la medida en que los destinos llegan a una etapa más madura en el ciclo de vida del turismo, los planificadores van desarrollando productos turísticos especializados más sofisticados para conservar su porción del mercado. El Turismo Genealógico, también conocido como turismo “ancestral” y “de raíces” es uno de estos productos, los cuales caen dentro del ámbito del turismo cultural y patrimonial, y se trata de un viaje para visitar los lugares donde nacieron los ancestros de uno y conocer parientes lejanos. Generalmente se considera como una opción viable para la diversificación del producto turístico.
En algunos países, como en el Reino Unido y en Europa, la genealogía se ha convertido en un hobby importante. La gran ola en los Estados Unidos comenzó en la década de 1930, se incrementó después de la II Guerra Mundial y se intensificó enormemente luego de la publicación de “Raíces” de Alex Haley en 1976.
Los estados sureños de Norteamérica siguen atrayendo un número importante de turistas nacionales en busca de sus lazos familiares. Como resultado de la demanda del turismo genealógico se han desarrollado una serie de negocios pequeños, especializados, así como consultorías de investigación.
Los estudios que se han hecho en Estados Unidos han arrojado que las vacaciones “genealógicas” son aprovechadas por entusiastas vacacionistas de entre 55-75 años y más, cuyos ingresos para estos fines son comparativamente más altos. Este grupo viaja en pareja o con amigos en pequeños grupos de 10 o más integrantes, y utilizan un promedio de 9 días. Es más probable que disfruten actividades de aventuras no muy extenuantes, ferias para visitantes, festivales, galerías de arte y eventos culturales.
Los Gobiernos de Africa aprovecharon la oportunidad creada por el influjo de visitantes luego de la salida al aire de la serie “Raíces” en Norteamérica para atraer africanos de la diáspora. El Ministerio de Turismo en Ghana, por ejemplo, identificó a los afroamericanos como un mercado esencial. Aunque no les fuera posible rastrear sus lazos genealógicos hasta un poblado o nación en particular, muchos turistas de “raíces” sí fueron capaces de establecer una conexión mediante la investigación y similitudes fenotípicas con la ayuda de los locales.
Irlanda está reconocida como uno de los lugares de mejores prácticas del mundo en cuanto a desarrollo del Turismo Genealógico. La Irish Genealogy Limited (IGL) es el órgano aglutinador para la genealogía en Irlanda y colabora con numerosas organizaciones en el sector genealógico, así como con la Junta de Turismo Irlandesa para desarrollar la capacidad que impulse el turismo de raíces en Irlanda del Norte. Esta organización maneja el Proyecto Genealógico Irlandés, el cual, hasta la fecha, ha computarizado registros civiles de nacimientos, matrimonios y defunciones que se ofrecen a través de una red de 34 centros genealógicos radicados en países designados. Hasta este momento se han computarizado 11 millones de récords históricos familiares.
El modelo de turismo Genealógico es una gema escondida que aún queda por descubrir para una gran mayoría de países. Con demasiada frecuencia la respuesta a los declives en el turismo por parte de los destinos que sufren presiones en la esfera turística es elevar los esfuerzos y los gastos en la actividad de marketing. Usualmente el éxito que se logra es muy ligero. Esta tendencia se puede revertir con el tiempo incorporando el proceso de innovación y desarrollo de nuevos productos turísticos, como es el turismo Genealógico, pero la innovación solo puede ser efectiva si el producto se investiga, se planifica y se diseña con cuidado.
El desarrollo de nuevos productos genealógicos/de raíces no está libre de retos. Hay una serie de cuestiones que es necesario abordar antes de poder explotar todo el potencial del turismo de raíces. Tanto las Organizaciones Nacionales de Turismo como el sector turístico privado tienen que reconocer el potencial del mercado del turismo de raíces. Habrá que crear un juego de micro-productos, incluyendo un servicio genealógico completamente computarizado y una red de instituciones de apoyo para desarrollar y mantener el producto.
Hay un Estado Miembro de la AEC que demuestra un gran potencial para el desarrollo del turismo genealógico. Entre 1850 y 1904, Panamá experimentó 3 olas migratorias desde el Caribe para las obras del ferrocarril y del Canal. Los trabajadores provenían de Jamaica, Barbados , Martinica, Trinidad y Santa Lucía. La comunidad Afro-Caribeña en Panamá se esfuerza por mantener su identidad caribeña y tiene un gran caudal de información y registros que apoyarían las iniciativas en el turismo genealógico.
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