fuente: http://www.diariopanorama.com/
Primer estudio que muestra una supervivencia de tan largo plazo en una
planta. Las muestras de musgo, extraídas de las profundidades de un área
de musgo helado en la Antártida, tenían ya una edad de una década
cuando se congelaron.
El musgo, que desempeña un papel vital en los ecosistemas polares, es capaz de retornar a la vida y seguir creciendo después de más de 1.500 años congelado en la Antártida, según un artículo que publica la revista Current Biology.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad Reading y la Encuesta Antártica Británica, es el primero que ha mostrado una supervivencia de tan largo plazo en una planta. Sólo se había observado períodos de supervivencia tan prolongados entre bacterias.
Antes de este estudio se había demostrado la regeneración directa de material vegetal solo hasta un máximo de 20 años de congelación. "Estos musgos permanecieron, básicamente, en una congelación intensa por un período muy prolongado", indicó Peter Convey, de la Encuesta Antártica Británica. "La supervivencia y recuperación dentro de esta escala de tiempo es mucho, mucho más prolongada que cualquier cosa de la que se haya informado antes".
Los musgos forman una parte importante del sistema biológico en ambas regiones polares, y son las plantas dominantes en vastas regiones donde proveen el mayor almacenamiento de carbono, especialmente en el norte. Convey y sus colegas, señaló el artículo, estudian principalmente las muestras congeladas de musgo polar porque proveen un archivo de las condiciones del clima en el pasado.
Los investigadores usan esas muestras para evaluar las tasas de crecimiento a lo largo del tiempo y como ejemplos que permiten reconstruir aspectos del ambiente y del cambio ambiental a lo largo de los siglos. Los depósitos de musgo del tipo bajo estudio en la Antártida datan de 5.000 a 6.000 años, en tanto que la muestra en la cual los investigadores enfocaron su análisis data unos 2.000 años. Las muestras de musgo, extraídas de las profundidades de un área de musgo helado en la Antártida, tenían ya una edad de una década cuando se congelaron.
Los investigadores cortaron el musgo helado, en tajadas finas, manteniéndolos libres de contaminación, y los colocaron en una incubadora con la temperatura y el nivel de luz que son normales para el crecimiento. Después de unas pocas semanas el musgo comenzó a crecer y, con la técnica de datación por carbono los investigadores determinaron que ese musgo tenía unos 1.530 años, y posiblemente más, en la profundidad donde ocurrió el nuevo crecimiento.
El experimento, señala el artículo, demuestra que los organismos multicelulares, en este caso plantas, pueden sobrevivir por períodos mucho más prolongados que los que hasta ahora los científicos consideraban posibles.
El musgo, que desempeña un papel vital en los ecosistemas polares, es capaz de retornar a la vida y seguir creciendo después de más de 1.500 años congelado en la Antártida, según un artículo que publica la revista Current Biology.
El estudio, realizado por científicos de la Universidad Reading y la Encuesta Antártica Británica, es el primero que ha mostrado una supervivencia de tan largo plazo en una planta. Sólo se había observado períodos de supervivencia tan prolongados entre bacterias.
Antes de este estudio se había demostrado la regeneración directa de material vegetal solo hasta un máximo de 20 años de congelación. "Estos musgos permanecieron, básicamente, en una congelación intensa por un período muy prolongado", indicó Peter Convey, de la Encuesta Antártica Británica. "La supervivencia y recuperación dentro de esta escala de tiempo es mucho, mucho más prolongada que cualquier cosa de la que se haya informado antes".
Los musgos forman una parte importante del sistema biológico en ambas regiones polares, y son las plantas dominantes en vastas regiones donde proveen el mayor almacenamiento de carbono, especialmente en el norte. Convey y sus colegas, señaló el artículo, estudian principalmente las muestras congeladas de musgo polar porque proveen un archivo de las condiciones del clima en el pasado.
Los investigadores usan esas muestras para evaluar las tasas de crecimiento a lo largo del tiempo y como ejemplos que permiten reconstruir aspectos del ambiente y del cambio ambiental a lo largo de los siglos. Los depósitos de musgo del tipo bajo estudio en la Antártida datan de 5.000 a 6.000 años, en tanto que la muestra en la cual los investigadores enfocaron su análisis data unos 2.000 años. Las muestras de musgo, extraídas de las profundidades de un área de musgo helado en la Antártida, tenían ya una edad de una década cuando se congelaron.
Los investigadores cortaron el musgo helado, en tajadas finas, manteniéndolos libres de contaminación, y los colocaron en una incubadora con la temperatura y el nivel de luz que son normales para el crecimiento. Después de unas pocas semanas el musgo comenzó a crecer y, con la técnica de datación por carbono los investigadores determinaron que ese musgo tenía unos 1.530 años, y posiblemente más, en la profundidad donde ocurrió el nuevo crecimiento.
El experimento, señala el artículo, demuestra que los organismos multicelulares, en este caso plantas, pueden sobrevivir por períodos mucho más prolongados que los que hasta ahora los científicos consideraban posibles.
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