Los maestros están comenzando a dejar atrás la tiza, el tablero y el borrador para entrar a la era digital. En los municipios del Atlántico, ya casi todos los colegios tienen tableros digitales y muchos de los educadores han dejado sus temores y se están capacitando para dictar sus clases aprovechando estas nuevas herramientas tecnológicas que les permiten enseñar a través de la interacción.
Para brindarles un homenaje hoy en su día, EL HERALDO entrevistó a tres de ellos, los profesores de Física, Dickson Londoño, Pedro Agámez y Juan David Romero, de los colegios Francisco Javier Cisneros, de Puerto Colombia; Francisco de Paula Santander, de Galapa; y la Normal de Fátima, de Sabanagrande, respectivamente, quienes coincidieron en señalar que este instrumento beneficia el pensamiento crítico y creativo de los alumnos y les permite a ellos como docentes complementar su modelo de enseñanza.
Igualmente señalan que el tablero digital despierta el interés por la innovación y el desarrollo pedagógico, pues al disponer de recursos accesibles y atractivos limitados solo por la imaginación, no sólo obtienen una mejor respuesta de sus estudiantes, sino que disponen de más tiempo para atender a sus preguntas y observar, así, el progreso de los mismos.
Además, el tablero digital ofrece acceso a gráficos, diagramas, plantillas, y la posibilidad de grabación, impresión y reutilización de la clase, lo que significa un considerable ahorro de tiempo y esfuerzo a la hora de preparar la misma y facilita la revisión de lo impartido.
El estudiante, también se ve beneficiado por el uso de los tableros digitales, ya que ofrecen la posibilidad de disfrutar clases más llamativas, llenas de movimiento, que incrementan el interés y la motivación por aprender; al favorecer el trabajo colectivo, los debates y la presentación de trabajos de forma vistosa, se desarrolla además la autoconfianza del alumno y sus habilidades sociales.
Dickson Londoño
Pedro Agámez, docente de física vinculado desde hace 13 años al colegio Francisco de Paula Santander, de Galapa, es uno de los pioneros en el uso del tablero digital.
Destacó como ventajas que estas herramientas permiten potencializar el desarrollo pedagógico y el aprendizaje del alumno y, “aunque en la actualidad estas nuevas herramientas no han reemplazado los elementos tradicionales de enseñanza, es importante prepararnos para el giro de 360 grados que está presentando la educación y de manera progresiva adaptarnos a estos nuevos mecanismos que en el futuro van a ser tan normales en el salón de clase como los textos y los pupitres”.
Asegura que los llamados laboratorios virtuales despiertan gran interés en los estudiantes, porque quieren usar el tablero y manejar las distintas herramientas y eso hace que la clase no solo la haga el docente sino los propios alumnos quienes participan activamente.
“El colegio tiene cinco tableros, ojalá exista un tablero para cada clase”.
Juan David Romero
Juan David Romero, licenciado en Física y Matemáticas de la Universidad del Atlántico, con magíster en Educación, es profesor de la Normal Nuestra Señora de Fátima, de Sabanagrande desde hace 15 años, y viene participando en los proyectos del Ministerio de Educación para introducir la tecnología al aula de clase.
Señala que la implementación de este tablero digital facilita la comprensión, especialmente en el caso de conceptos complejos dada la facilidad para reforzar las explicaciones utilizando videos, simulaciones e imágenes con las que es posible interactuar.
Afirma que una de las principales funciones del tablero digital es dotar al docente de herramientas que le permitan superar los tres principales retos del educador: motivación al estudiante, maximización de tiempo en clase y aseguramiento del entendimiento de la totalidad de los alumnos. “El uso del espacio virtual me ha llevado a hacer material didáctico que favorece a algunos tipos de inteligencia en los estudiantes”.
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