fuente: larepublica.pe
Dawn Watson, un buzo aficionado de 45 años y su amigo, Rob Spray, han encontrado robles de un bosque prehistórico de 10 mil años de antigüedad, en el Mar del Norte, a 300 metros de la costa de Norfolk, Inglaterra.
Roby Spray, declaró a International Bussiness Times, que el bosque es muy parecido al que aparece en la saga del Señor de los Anillos, pues los enormes árboles se extienden cientos de kilómetros.
Tras el hallazgo, expertos investigaron y descubrieron que este misterioso bosque, ha permanecido bajo el mar durante la última edad de Hielo. Tal y como dijo Spray, probablemente fue parte de un bosque mucho mayor que se extendía cientos de kilómetros.
Las primeras indagaciones indican que esta selva subacuática pudo llegar a tener el tamaño de Europa antes de hundirse
Había estado localizado en la tierra conocida como Doggerland, que antes conectaba Europa con las Islas Británicas, tierras que desaparecieron hace unos 8 mil 200 años, por el efecto de un enorme tsunami.
«Al encontrarme con ello pensé que era un pedazo de alguna ruina. Parecía el trozo de un casco. No fue hasta que tuve una visión más general cuando me di cuenta de que, contra lo que había golpeado, era madera real de un árbol», explica Watson emocionado por el hallazgo.
Ha permanecido bajo el mar durante la última edad de Hielo. Habría sido del tamaño de Europa antes de hundirse.
Roby Spray, declaró a International Bussiness Times, que el bosque es muy parecido al que aparece en la saga del Señor de los Anillos, pues los enormes árboles se extienden cientos de kilómetros.
Tras el hallazgo, expertos investigaron y descubrieron que este misterioso bosque, ha permanecido bajo el mar durante la última edad de Hielo. Tal y como dijo Spray, probablemente fue parte de un bosque mucho mayor que se extendía cientos de kilómetros.
Las primeras indagaciones indican que esta selva subacuática pudo llegar a tener el tamaño de Europa antes de hundirse
Había estado localizado en la tierra conocida como Doggerland, que antes conectaba Europa con las Islas Británicas, tierras que desaparecieron hace unos 8 mil 200 años, por el efecto de un enorme tsunami.
«Al encontrarme con ello pensé que era un pedazo de alguna ruina. Parecía el trozo de un casco. No fue hasta que tuve una visión más general cuando me di cuenta de que, contra lo que había golpeado, era madera real de un árbol», explica Watson emocionado por el hallazgo.
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