fuente: http://www.bbc.co.uk/
Es la primera vez que se logra capturar en cámara a un grupo de delfines tratando de salvar a un compañero.
Un equipo de científicos coreanos presenció el acontecimiento en el Mar del Este, en la costa de Ulsan, Corea del Sur.
Cinco delfines formaron una balsa con sus cuerpos en un intento por mantener a flote al delfín afectado, como señala Matt Walker de la BBC.
La revista Marine Mammal Science publicó detalles sobre lo sucedido.
No es la primera vez que los seres humanos observan a cetáceos - el grupo de animales marinos que incluye a las ballenas y a los delfines - brindándole apoyo a sus familiares o compañeros.
Por ejemplo, a mediados del siglo XX, un delfín mular (Tursiops truncatus) en cautiverio, fue visto cargando en su espalda a su cría – que murió al nacer – hasta la superficie.
También se han visto delfines mulares intentando ayudar a sus crías moribundas cerca de la superficie y a otros tratando de avivar a sus bebés con pequeñas mordidas.
Pero todos los ejemplos anteriores involucraban a un solo delfín, o a dos como máximo.
Ahora Kyum J Park, del Instituto de Investigación de Cetáceos en Ulsan, Corea, y sus colegas, informan de un incidente en el que 10 delfines comunes costeros (Delphinus capensis) trataron de salvarle la vida a otro adulto de su especie.
Los investigadores vigilan con frecuencia a los cetáceos de la costa de Corea del Sur.
En medio de un estudio, se encontraron con un grupo de más de 400 delfines comunes costeros seguidos por cerca de 500 pardelas canosas (Calonectris leucomelas).
Tanto los delfines como las aves estaban buscando comida.
La embarcación de investigadores se acercó y observó de cerca su comportamiento.
Un pequeño grupo de delfines se había separado de la manada y chapoteaba cerca de la embarcación.
Después de observarlos detenidamente, descubrieron que eran más de 12 delfines y que nadaban muy lentamente.
Entre ellos, un delfín se retorcía, su cuerpo estaba inclinado y se alcanzaba a ver su abdomen sobre la superficie.
A pesar de que podía moverse y salpicar agua con su cola, sus aletas parecían estar paralizadas y tenía marcas rojas en su vientre.
Un número de delfines rodeaba al grupo, mientras que los que estaban en el interior trataban de ayudar al delfín herido a mantener su equilibrio, empujándolo desde el costado y por debajo.
A continuación, los 10 delfines restantes se turnaban para formar una balsa con sus cuerpos.
Cinco delfines a la vez se alineaban horizontalmente en forma de balsa, manteniéndola mientras el delfín afectado se resbalaba sobre sus espaldas.
Uno de los delfines que formaban la balsa se volteó para sostener mejor al delfín herido por encima, mientras que otro usaba su pico para tratar de alzar la cabeza del delfín moribundo.
Unos minutos más tarde el animal parecía morir, su cuerpo estaba sostenido verticalmente en el agua, con su cabeza por encima de la superficie. No estaba respirando.
Cinco de los ayudantes continuaron interactuando con el cuerpo del delfín, frotándolo, tocándolo, o nadando por debajo de él.
Siguieron comportándose de esa manera a pesar de que era evidente que el delfín estaba muerto, explican los investigadores.
Una vez más los animales nos enseñan una lección. En
su última hazaña, un grupo de delfines unió sus fuerzas para intentar
ayudar a un compañero moribundo, tratando de sostenerlo en el agua y de
ayudarle a respirar.
Es la primera vez que se logra capturar en cámara a un grupo de delfines tratando de salvar a un compañero.
Un equipo de científicos coreanos presenció el acontecimiento en el Mar del Este, en la costa de Ulsan, Corea del Sur.
Cinco delfines formaron una balsa con sus cuerpos en un intento por mantener a flote al delfín afectado, como señala Matt Walker de la BBC.
La revista Marine Mammal Science publicó detalles sobre lo sucedido.
No es la primera vez que los seres humanos observan a cetáceos - el grupo de animales marinos que incluye a las ballenas y a los delfines - brindándole apoyo a sus familiares o compañeros.
Por ejemplo, a mediados del siglo XX, un delfín mular (Tursiops truncatus) en cautiverio, fue visto cargando en su espalda a su cría – que murió al nacer – hasta la superficie.
También se han visto delfines mulares intentando ayudar a sus crías moribundas cerca de la superficie y a otros tratando de avivar a sus bebés con pequeñas mordidas.
Pero todos los ejemplos anteriores involucraban a un solo delfín, o a dos como máximo.
Ahora Kyum J Park, del Instituto de Investigación de Cetáceos en Ulsan, Corea, y sus colegas, informan de un incidente en el que 10 delfines comunes costeros (Delphinus capensis) trataron de salvarle la vida a otro adulto de su especie.
Esfuerzo de grupo
Los investigadores vigilan con frecuencia a los cetáceos de la costa de Corea del Sur.
En medio de un estudio, se encontraron con un grupo de más de 400 delfines comunes costeros seguidos por cerca de 500 pardelas canosas (Calonectris leucomelas).
Tanto los delfines como las aves estaban buscando comida.
La embarcación de investigadores se acercó y observó de cerca su comportamiento.
Un pequeño grupo de delfines se había separado de la manada y chapoteaba cerca de la embarcación.
Después de observarlos detenidamente, descubrieron que eran más de 12 delfines y que nadaban muy lentamente.
Cinco delfines se alinearon horizontalmente en forma de balsa, manteniendo al delfín herido sobre sus espaldas.
Entre ellos, un delfín se retorcía, su cuerpo estaba inclinado y se alcanzaba a ver su abdomen sobre la superficie.
A pesar de que podía moverse y salpicar agua con su cola, sus aletas parecían estar paralizadas y tenía marcas rojas en su vientre.
Un número de delfines rodeaba al grupo, mientras que los que estaban en el interior trataban de ayudar al delfín herido a mantener su equilibrio, empujándolo desde el costado y por debajo.
A continuación, los 10 delfines restantes se turnaban para formar una balsa con sus cuerpos.
Cinco delfines a la vez se alineaban horizontalmente en forma de balsa, manteniéndola mientras el delfín afectado se resbalaba sobre sus espaldas.
Uno de los delfines que formaban la balsa se volteó para sostener mejor al delfín herido por encima, mientras que otro usaba su pico para tratar de alzar la cabeza del delfín moribundo.
Unos minutos más tarde el animal parecía morir, su cuerpo estaba sostenido verticalmente en el agua, con su cabeza por encima de la superficie. No estaba respirando.
Cinco de los ayudantes continuaron interactuando con el cuerpo del delfín, frotándolo, tocándolo, o nadando por debajo de él.
Siguieron comportándose de esa manera a pesar de que era evidente que el delfín estaba muerto, explican los investigadores.
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