"Dongfanghong-1", anota Yu Jun en su diario de observador.
"Apenas puedo creer que varias décadas después de su lanzamiento, el primer satélite de China todavía puede ser visto. Es sorprendente", exclamó Yu.

El lanzamiento del "Dongfanghong-1" el 24 de abril de 1970 marcó la entrada de China a una nueva época de exploración espacial.

Sin embargo, aún no se entiende bien cómo desarrolló China tecnologías espaciales de punta durante tiempos de pobreza y turbulencia.

EL GRAN SALTO ADELANTE
En 1957, la Unión Soviética y Estados Unidos lanzaron cada uno sus primeros satélites, lo que marcó de manera oficial el inicio de la carrera espacial. Un año después, el líder chino el presidente Mao Zedong propuso: "Nosotros también debemos producir satélites".

Los científicos de la Academia de Ciencias de China comenzaron un programa de satélites con el objetivo de lanzar el primer satélite del país en 1960.

En esa época -durante el Gran Salto Adelante-- los chinos comunes hablaban de "lanzar satélites de alto rendimiento", en referencia al informe ficticio del alto rendimiento de las cosechas o de la producción industrial. Sin embargo, el lanzamiento de un satélite no podía ser inventado.
Los jóvenes científicos trabajaron día y noche durante tres meses y produjeron modelos del cohete y del satélite. Pero muchas preguntas quedaron sin respuesta, porque ellos carecían de la teoría básica y los métodos de cálculo. Su primer intento falló.

En el otoño de 1958, a Zhao Jiuzhang y a otros científicos se les dio la espalda cuando visitaron la Unión Soviética para estudiar tecnología espacial. China tenía que ser independiente para desarrollar un satélite.

China carecía del apoyo necesario de la industria tecnológica para la investigación y el desarrollo de satélites. Al darse cuenta de esto, los científicos decidieron comenzar con un cohete de sondeo.

COHETE DE SONDEO
Un cohete de sondeo --también llamado cohete de investigación-- transporta instrumentos para la investigación espacial. Los científicos creyeron que los cohetes de sondeo podían allanar el camino para los cohetes portadores de satélites.

Yang Nansheng y Wang Xiji fueron nombrados para dirigir el diseño de un cohete de sondeo en el Instituto de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de Shanghai a fines de los años 50.

Wang recuerda cómo, al no contar con computadoras, los investigadores tenían que hacer sus cálculos a mano o en ábaco. Trabajaban en tres turnos y pasaron casi todo un mes calculando una órbita. Los documentos de cálculo formaban una pila más alta que sus escritorios.

Luego de superar muchos obstáculos, los científicos produjeron el cohete de sondeo T-5, sólo para descubrir que no tenían el equipo necesario para las pruebas de motores. El cohete terminó en una vitrina de exhibición.

"Alcanzar el espacio de un sólo salto era demasiado ambicioso", señala Wang. Tras aprender de sus fracasos, los científicos regresaron a la investigación del cohete de sondeo T-7M más pequeño.

La falta de fondos creó un ambiente de investigación increíblemente miserable, recuerda Wang. El cuarto de pruebas de motor era un cuarto de baño acondicionado. El aparato temporizador que controlaba la separación de la cabeza y el cuerpo del cohete fue modificado de un reloj de mesa. Los científicos crearon el aparato de encendido tomando el filamento de lámparas pequeñas de una antorcha eléctrica y los cubrieron con nitro algodón. Sin equipo para presurizar el combustible, utilizaron una bomba de aire de bicicleta para obtener propulsión en el tanque.

El 19 de febrero de 1960, en el sitio de lanzamiento en una playa de los suburbios de Shanghai, el T-7M se elevó por los aires y alcanzó ocho kilómetros (km) sobre la superficie. No había teléfonos, radioteléfonos o altavoces, sólo gestos con las manos y gritos.

La nación que inventó el cohete primitivo 800 años antes había lanzado con éxito su primer cohete moderno.

NUEVO PLAN DE SATELITE
La suspensión del plan de satélite no puso fin al sueño espacial chino. La Academia de Ciencias de China organizó foros de navegación interestelar 12 veces entre 1961 y 1964. En 1964, China probó con éxito su primer misil balístico y bomba atómica.

Ese progreso provocó que se reconsiderara la investigación de satélites. Los científicos Qian Xuesen y Zhao Jiuzhang sugirieron que el gobierno central volviera a incluir a los satélites en la agenda. La sugerencia fue aprobada.

En el otoño de 1965, las discusiones sobre el plan de satélite integral duraron 42 días. Muchos científicos dijeron que se trató de la reunión más larga a la que habían asistido.

Los científicos decidieron que la tarea del primer satélite de China fue ofrecer experiencia y datos para que los satélites futuros.