fuente: http://noticias.univision.com/
Lo que inició como un prototipo escolar de una “mano” para tomar objetos, se convirtió en Rohmus,
el primer robot pianista con 10 grados de libertad, el cual toca música
clásica y fue diseñado y desarrollado por un joven ingeniero egresado
del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Miguel Adad Martínez Genis, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria
en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (Upiita), es el autor de lo que
hoy califica, después de dos años de investigación y trabajo, como “el
robot pianista más evolucionado a escala mundial”.
Refirió que en Estados Unidos, Italia, China y Puebla se han
desarrollado cuatro robots pianistas, pero solamente bajan los “dedos” y
Rohmus no solo tiene la capacidad de bajarlos y subirlos (flexión y
extensión), sino también de abrirlos y cerrarlos (aducción y abducción).
Ello le permite tocar acordes y alcanzar notas que se requieren para interpretar melodías con mayor nivel de complejidad.
Buscó un robot con una mano anatómicamente humana
El ingeniero en mecatrónica relató
que el primer reto que se planteó fue que el robot funcionara sin
depender de una computadora y que fuera antropomórfico, sin pistones ni
dedos de más, como algunos diseños que existen, sino que tuviera forma
humana y con movimientos similares a los de las manos de una persona.
Para lograrlo se dio a la tarea de
realizar a lo largo de cinco meses un trabajo interdisciplinario de
investigación en el que involucró conocimientos de mecánica,
electrónica, programación, control, música y biónica.
“El proyecto empezó con la
investigación acerca de la fisiología y anatomía de la mano, del brazo,
el análisis de sus movimientos y funcionamiento; posteriormente busqué
maestros de piano y pianistas de la Escuela de Iniciación Artística de
Bellas Artes, quienes me proporcionaron información sobre los
movimientos, la rapidez y fuerza con las que se tiene que tocar las
teclas.
“Me hablaron de la imperiosa
necesidad de que el robot abriera los dedos, porque hay escalas que
requieren de movimientos muy amplios”, expuso.
El joven ya planea una maestría en inteligencia artificial
Martínez Genis consideró que el
desafío más grande fue integrar 10 minimotores, servomotores y
actuadores en la palma de la mano, así como una serie de engranes y
poleas que le permiten a Rohmus responder a movimientos específicos.
“La velocidad de los motores se
puede regular, yo leo las partituras y de acuerdo con esa información
programo las teclas que debe tocar, con qué velocidad y por cuánto
tiempo”, comentó.
Refirió que cada tecla tiene un
tiempo diferente y se debe medir el ángulo de giro de cada uno de los
motores para determinar la posición, el tiempo que toca y el que tarda
en regresar los dedos, por lo que la programación es un proceso
complicado.
El joven del Politécnico planea estudiar una maestría en inteligencia artificial para incorporar a Rohmus
una cabeza con visión artificial, de modo que pueda ver las teclas,
posicionar las manos correctamente y ejecutar la melodía programada
previamente.
Busca hacer mejoras a su creación
“Lo que se pretende es seguir
independizando al robot de la computadora, que no tenga interfaz ni
botones y que no tenga que darle clic, sino que un humano pueda
interactuar directamente con el robot como si se tratara de otro
humano”, destacó.
“Me gustaría incursionar en una
rama de la inteligencia artificial que se llama emociones artificiales,
además de otorgarle al robot movimientos más precisos sin necesidad de
programarle subrutinas”, indicó.
Dijo que diseñó un
programa con toda la información en subrutinas, de modo que “ya está
todo automatizado y solamente le tengo que poner la tecla que tiene que
tocar y si es corchea, semicorchea, blanca o negra; el programa, que
está implementado en un microcontrolador permite la ejecución correcta”.
Señaló que el robot puede adaptarse
para tocar cualquier piano o teclado convencional y, además de contar
con 10 grados de libertad en cada mano, tiene dos en cada brazo, además
de que está desarrollando dos grados más para el cuello, uno para que
baje la cabeza, otro para que la gire y uno más para ajustar la altura
en la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario