fuente: excelsior.com.mx
La Independencia de México no puede relatarse sin una pieza clave durante el desarrollo de este hecho histórico, José María Teclo Morelos Pavón y Pérez.
Hoy, a 250 años de su nacimiento, ya con el reconocimiento del gobierno de México como líder de la segunda etapa de la guerra de Independencia, el caudillo michoacano aún deja un mensaje importante a los funcionarios de este país.
Ese discurso, plasmado en los Sentimientos de la Nación, da cuenta de su pensar: acercarse a la austeridad, pues a él le indignaba la pobreza de la gente.
Reconocido como un hombre cercano a las necesidades de la población de aquella época, el Siervo de la Nación —como se dijo llamar por su amor a la Patria—, es quien expresó los principios e ideales que cimientan la estructura política del país, según un discurso del embajador de México en Quito, Jaime Manuel del Arenal Fenochio, el pasado 15 de septiembre.
El trabajo de Morelos, explicó el doctor en historia Carlos Cruzado Campos, fue “sin lugar a dudas uno de los personajes más relevantes dentro del periodo denominado como insurgencia, sólo el segundo después del cura Hidalgo”.
“Con sus victorias militares, a pesar de que él nunca constituyó ejércitos muy numerosos, pero sí muy hábilmente dirigidos, pues se destacó como estratega táctico militar.
Además su relevancia es que él continúa el movimiento insurgente y lo hace con una mejor organización, tanto como militar como en política: esto último por ser quien define el Congreso de Chilpancingo.
La vida del héroe
La Independencia de México no puede relatarse sin una pieza clave durante el desarrollo de este hecho histórico, José María Teclo Morelos Pavón y Pérez.
Ese discurso, plasmado en los Sentimientos de la Nación, da cuenta de su pensar: acercarse a la austeridad, pues a él le indignaba la pobreza de la gente.
“José María Morelos y Pavón decía que no habría o debería haber tanta opulencia y más bien pregonaba la austeridad. Nuestros políticos actuales no se distinguen precisamente por seguir los lineamientos de Morelos, que era un hombre de cuestiones austeras. Él distaba mucho de la opulencia, de la magnificencia, no como ahora, donde los políticos mexicanos que le rinden homenaje a los héroes de la Independencia no siguen su ejemplo”, señaló, en entrevista con Excélsior, el historiador Luis Reed Torres.Amor patrio
Reconocido como un hombre cercano a las necesidades de la población de aquella época, el Siervo de la Nación —como se dijo llamar por su amor a la Patria—, es quien expresó los principios e ideales que cimientan la estructura política del país, según un discurso del embajador de México en Quito, Jaime Manuel del Arenal Fenochio, el pasado 15 de septiembre.
“En efecto, independencia, libertad, soberanía, régimen republicano, división de poderes, derechos del hombre, igualdad, protección a la propiedad, amistad entre las naciones, impuestos justos y equitativos, y reconocimiento y gratitud a los héroes que han luchado por nuestra libertad son, junto con el anhelo de regirnos siempre por la ‘buena ley’, y ajenos a cualquier forma de tortura, principios fundamentales de la organización constitucional actual de México, plenamente democrático y regido por un régimen auténticamente federal”, explicó durante la develación de la estatua del insurgente en el Parque México en Quito.Morelos, el indispensable
El trabajo de Morelos, explicó el doctor en historia Carlos Cruzado Campos, fue “sin lugar a dudas uno de los personajes más relevantes dentro del periodo denominado como insurgencia, sólo el segundo después del cura Hidalgo”.
“A diferencia de Miguel Hidalgo y Costilla, Morelos tuvo una mayor capacidad tanto militar como política. La importancia de él durante el proceso de Independencia es fundamental, porque con él se sabe, o los insurgentes saben, qué tipo de gobierno es el que quieren establecer”, apuntó.El personaje —quien a su vez convocó al Congreso de Chilpancingo en 1813—, realizó ataques con pocas personas, pero certeros.
“Con sus victorias militares, a pesar de que él nunca constituyó ejércitos muy numerosos, pero sí muy hábilmente dirigidos, pues se destacó como estratega táctico militar.
“Hay un hecho que destaca en todas las campañas de Morelos, que es el sitio de Cuautla; después de estar sitiado por semanas enteras por las fuerzas de Félix María Calleja, y cuando todo parecía que estaba perdido y los iban a liquidar a todos, él rompe el sitio el 2 de mayo de 1812, y eso se le reconoce a Morelos como una brillante operación militar, aunque fue de escape y relativamente perdió pocos hombres como Leonardo Bravo, padre de Nicolás Bravo”, aseguró Luis Reed Torres.Relevancia
Además su relevancia es que él continúa el movimiento insurgente y lo hace con una mejor organización, tanto como militar como en política: esto último por ser quien define el Congreso de Chilpancingo.
“El Congreso después de muchas reuniones y de ir saltando y huyendo de la persecución de los realistas dan a conocer el decreto constitucional de la América mexicana, en Apatzingán, en octubre de 1814. Y ahí están los principios como la división de poderes, y que el soberano es el Congreso, a eso me refiero con esta capacidad que tuvo (Morelos) para imprimirle un sello político a su movimiento”, señaló Cruzado Campos.La participación es tan importante que “no en balde, gente como Nicolás Bravo se suma a la lucha. Nicolás no era un campesino pobre, él pertenecía a una familia de terratenientes del estado de Guerrero, también se rodea de gente como Hermenegildo Galeana”.
La vida del héroe