fuente:http://www.entretantomagazine.com/
En el libro Curious Behavior: Yawning, Laughing, Hiccupping, and Beyond el profesor de psicología y neurociencia Robert R. Provine hace un “análisis
y celebración del subestimado, informativo y a veces desacreditado
comportamiento humano”, aplicando el lente de la “ciencia pequeña” y
observacional –pequeña porque no requiere de mucha tecnología para
descifrarla, no porque sea trivial– a la investigación clínica de la
biología, fisiología, y neuropsicología de nuestros comportamientos.
Por ejemplo, de lo que llamamos “llanto”, una capacidad puramente humana, Provine explica:
“Como
adulto lloras mucho menos que cuando eres joven y tu llanto es apagado,
lagrimeamos más de lo que incurrimos en el demostrativo y vocal de la
niñez… El trauma que causa tu llanto ahora es más emocional que físico.
Sin embargo ya sea intencional o no, como niño, lloras para pedir ayuda,
ya sea física o sólo consuelo. Paradójicamente, tu llanto adulto para
pedir ayuda es más privado que ruidoso, cuando lloras como niño, ocurre
en casa, donde hay una audiencia selecta. El desarrollo del llanto vocal
al lagrimeo, favorece los encuentros cara a cara en un ambiente íntimo.
La maduración del control inhibitorio da a los adultos la habilidad de
seleccionar dónde y cuándo ocurre.”
El llanto es una expresión meramente humana
Para ilustrar mejor la fisiología del llanto, Provine lo
contrasta con la risa, apuntando que ambos son comportamientos
complementarios y entendimientos y que entender uno ayuda a comprender a
otro.
“Especialistas
pueden argumentar que si se trata de un llanto común o de risa pero se
sabe lo suficiente de estas vocalizaciones para proveer contrastes
vívidos. Un llanto es una afirmación de voz sostenida, usualmente de más
de un segundo. Piensa en el “waaa” de un bebé; el llanto se repite en
intervalos de aproximadamente un segundo, difícilmente de un ciclo
respiratorio de duración… Una risa, en contraste, está cortada (no
sostenida), usualmente es una exhalación de voz, como en un “ja ja ja”,
en el cual cada sílaba (“ja”) dura cerca de 1/15 segundos y se repite
cada ⅕ segundos.”
Una característica que tanto el llanto como la risa tienen en común es que todos los humanos pueden distinguirlos.
“Llorar y
reír muestran la perseveración más fuerte, la tendencia a mantener un
comportamiento una vez que éste ha empezado. Estos actos no tienen un
botón de apagado-encendido un rasgo responsable de algunas manías del
comportamiento humano. Se trate de un bebé o de un adulto, es más fácil
prevenir un ataque de llanto que intentar deterno una vez que éste ha
iniciado. El llanto causa más llanto. De igual forma, la risa causa más
risa, una razón la cual los comediantes quieren que otros comediantes
presenten sus números antes que los de ellos para que preparen a la
audiencia, y también por esa razón tú podrías ser inmobilizado por un
ataque de risa que no puede ser sofocado por intentos heroicos de
autocontrol.”
Si el llanto vocal está
vinculado con pedir ayuda, ¿cuál es el propósito evolutivo del llanto en
silencio? Las lágrimas contienen Lisozima, el antiséptico propio del
cuerpo, el cual lubrica y limpia los ojos. Sin embargo, Provine
argumenta que podría haber algo mucho más interesante y
neurobiológicamente profundo en proceso:
“Varias líneas de evidencia
sugieren que el factor de crecimiento nervioso (FCN) en la lágrimas
tiene funciones medicinales. La concentración de FCN en las lágrimas, la
córnea y las glándulas lagrimales incrementan después de las heridas
corneales, sugiriendo que el FCN juega un papel en la sanación. Yo
sugiero que las lágrimas que llevan FCN tienen un efecto antidepresivo
que podría modular tal como una señal de estado de ánimo.”
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