Adiós al CV en papel.
A diferencia de Facebook o Twitter, los empleadores saben que el portal tiene un perfil profesional; más de 60 millones de miembros se han suscrito para crear perfiles, ¿tú ya estás aquí?
Si buscas empleo o sólo quieres uno mejor al que ya tienes, aquí hay una cifra que te hará sentir bien: 50,000. Esa es la cantidad de gente que la consultora Accenture planea contratar este año, y sí, son trabajos de verdad con sueldos de verdad. Busca consultores de telecomunicaciones, expertos financieros, especialistas en software y mucho más. Tú puedes ser uno de ellos, pero ¿Accenture podrá encontrarte?
Para hacerlo a la antigüita, la empresa dependería de los cazadores de talentos, referentes laborales y juntas de empleados, pero el juego ha cambiado, y para llamar la atención de John Campagnino, reclutador global de Accentrure, debes estar en Internet: si no tienes un perfil en LinkedIn, no tienes presencia. Motivado por el reclutamiento menos costoso y más expedito que puede conseguirse en línea, Campagnino planea hacer el 40% de sus contrataciones en los próximos años por medio de redes sociales, pues dice que "es el futuro del reclutamiento para nuestra compañía".
Facebook es para divertirse y los tweets (nombre de los mensajes en Twitter) no tienen tanta permanencia. Si quieres manejar tu carrera con seriedad, el único sitio social que realmente importa es LinkedIn. En el mercado laboral de hoy, una invitación para "unirte a mi red profesional" es obligatoria (y más útil) que repartir tarjetas de presentación y entregar currículos.
Más de 60 millones de miembros se han suscrito para crear perfiles, cargar sus historiales laborales y crear nexos con gente que conocen. Los visitantes del sitio han aumentado 31% desde el año pasado a 17.6 millones de usuarios en febrero. Esto incluye clientes, colegas, competidores y hasta tu jefe. Estar en LinkedIn te posiciona en el grupo de gente con credenciales impresionantes: el miembro promedio es una persona con estudios universitarios de 43 años de edad que gana 107,000 dólares al año. Más de una cuarta parte está compuesta por ejecutivos. Todas las compañías de Fortune 500 están ahí, es por eso que los reclutadores confían en el sitio para encontrar a los mejores ejecutivos: Oracle encontró a su director financiero Jeff Epstein en LinkedIn en 2008.
LinkedIn funciona tan bien en el campo profesional porque la mayoría de sus miembros ya tiene empleo, y los empleados felices lo usan para investigar a clientes antes de hacer llamadas de ventas y para pedir consejos a sus contactos. En este ambiente, los buscadores de empleo pueden crear redes laborales sin parecer que se están ofreciendo en el mercado. Esta población también es valiosa para los reclutadores. Mientras que las juntas laborales en línea como Monster.com se concentran en los buscadores de empleo activos, los más talentosos tienen trabajo en el momento. Los cazadores de talentos los denominan candidatos pasivos. El sector de reclutamiento de 8,000 millones de dólares se fundamenta en el hecho de que son difíciles de encontrar. LindekIn cambia eso, pues es similar a un pequeño libro negro donde los detalles de todos están expuestos.
Esta transparencia puede ser un choque para los profesionales que quieren encubrir a sus contactos a toda costa. Hasta ahora, las indicaciones para usar las redes profesionales se concentran en lo que no hay que hacer, como no compartir fotos de borracheras en Facebook ni usar Twitter para presumir cómo juegas solitario en la oficina. Pero a medida que las firmas buscan mejores candidatos en la Web, ya no es tan ventajoso compartir información personal, sino presentar las aptitudes profesionales de la forma más atractiva posible, llenando los perfiles laborales con palabras clave como gestor de mercadeo o especialista en fuentes globales, para que sea más fácil que los reclutadores los localicen.
También se pueden unir los contactos profesionales en un solo lugar, uniéndose a grupos (LinkedIn cuenta con más de 500,000 entre compañías, escuelas e intereses), y así ofrecer consejos a los demás y actualizar tu presentación.
"Si tú buscas a gente en Google, ¿no crees que hay quienes hacen lo mismo contigo", dijo el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman. "Parte del mundo en redes sociales está formado por gente que te va a buscar, y querrás controlar lo que encuentran". Una buena presencia en línea es un buen comienzo. LinkedIn planea avanzar y hacerse activo e indispensable como una herramienta laboral. El secreto está en la información de los 60 millones de perfiles (incluyendo el tuyo).
En un negocio donde los "bichos raros" de la información son estrellas de rock, Dipchand "Deep" Nishar es como Bono. Durante sus cinco años en Google, Nishar, de 41 años, fue clave para desarrollar su plataforma de publicidad, su estrategia móvil y los productos para la región Asia-Pacífico. Hoffman pasó casi un año reclutándolo para ser vicepresidente de productos, hasta que en enero de 2009 Nishar salió de Google y comenzó a trabajar a dos cuadras, en las oficinas centrales de LinkedIn.
Con su experiencia en Asia, Nishar entendió el valor de un sistema que ayude a los consumidores a organizar las relaciones digitales. Pero lo que realmente lo hizo atractivo para LinkedIn fue que Nishar intentaba decidir si su hija, en aquel entonces de 12 años, debía acudir a un programa de verano en la Universidad John Hopkins. Él hizo la pregunta en Facebook y en LinkedIn, y aunque recibió más comentarios en Facebook, estos eran más casuales. Sólo cuatro de sus contactos de LinkedIn le respondieron, pero ofrecieron análisis profundos y describieron las experiencias del programa, alegando que fueron positivas para ellos, y así se convenció de enviar a su hija. "La gente está en un contexto distinto en una red profesional" dijo el Nishar.
Esto es lo que Hoffman buscaba cuando fundó el sitio en 2003. Fue justo después de que eBay pagara 1,500 millones de dólares por PayPal, donde Hoffman era miembro de la junta fundadora y vicepresidente ejecutivo, y comenzaba a planear su próximo gran proyecto. Hoffman, de 42 años, ya era una de las estrellas en Silicon Valley, con inversiones en docenas de otras empresas (como Facebook), así que le fue natural pensar en una alternativa para que la gente creara sus nexos.
"Me di cuenta que todos tendrían su identidad profesional en línea para poder ser descubiertos por los temas que les interesan. Lo más obvio son los empleos, pero no se trata sólo de eso, sino de clientes y servicios. La gente quiere saber cómo haces tu trabajo y quiere compartir consejos".
Respaldado por otro mecenas angelical como él, Hoffman y otros cuatro financiaron el proyecto y reunieron un equipo para lanzar el sitio desde cero desde su casa en Mountain View. Al principio los usuarios no adoptaron el servicio rápidamente. Muchos sitios de entretenimiento Web 2.0 disfrutaban del éxito y de las compras de compañías mediáticas grandes.
LinkedIn lucía estático: sólo funcionaba con currículos. Facebook contaba con redes de adultos genuinos, y creaba una población de usuarios que actualizaban su estatus con frecuencia, haciendo publicaciones y creando micro blogs. Hoffman vio que las redes sociales ya eran una tendencia fuerte, y debía dar a los usuarios de LinkedIn una razón para quedarse antes de que movieran sus currículos de lugar, como a Facebook. En diciembre pasado reclutó al ex ejecutivo de Yahoo, Jeff Weiner, y lo convirtió en director ejecutivo, ganándose a Nashar.
John Klodnicki no estaba buscando empleo cuando un reclutador de IMB encontró su perfil en LinkedIn. Como director de programas en la empresa de almacenamiento de información, EMC, pasaba cinco días de la semana viajando para consultar compañías farmacéuticas. "Era moderadamente feliz" pero tantos viajes eran una molestia. Una tarde, en el aeropuerto, mientras hacía fila para regresar con su familia en Nueva Jersey, tuvo tiempo para chatear sobre algunas oportunidades. Después de ser entrevistado le llegó un empleo potencial, y así comenzó la relación, hasta que en septiembre del año pasado Klodnicki comenzó a trabajar como socio asociado en las firmas farmacéuticas de Filadelfia en IBM, a sólo una hora de su casa.