Cuenta la leyenda que una hermosa mujer llamada Mayáhuel vivía con su abuela, una Tzintzimitl (estrellas que intentan impedir que salga el sol), y que un día el dios Quetzatcóatl convenció a la joven para que bajara a la tierra y se amaran convertidos en las ramas de un árbol.
Cuando la abuela se dio cuenta de que Mayáhuel no estaba, ordenó a las otras Tzitzimime que bajaran a l
a tierra y la buscaran. Cuando las estrellas se acercaron al árbol, éste se dividió en dos y la abuela descubrió el escondite de su nieta.
Al darse cuenta de lo que sucedía, la abuela despedazó la rama y dejó los restos para que otra Tzintzimitl los devorara. Sin embargo, la rama en la que se había convertido Quetzatcóatl permaneció intacta.
Cuando las Tzitzimime se alejaron, Quetzatcóatl tomó los restos de su amada y los enterró. De ellos brotó la planta del maguey.
La mayoría de las leyendas prehispánicas intentan explicar el origen de algunas cosas de la naturaleza. En este caso M
ayáhuel fue la diosa que encarnó la historia de la planta de donde se extrae una de las bebidas más populares de México, el tequila.
El maguey o agave es una bondado sa planta que contiene jugo en su interior, el cual se fermenta y destila para crear una bebida de tipo aguardiente.
La 'jima' es la técnica especial mediante la cual el experto denominado como 'jimador' sustrae el jugo de la planta. Éste corta las pencas del maguey con fuerza y precisión para de esa forma llegar al corazón del maguey y obtener el preciado líquido.
El tequila antes de llamarse de tal forma debe pasar por varios procesos, los cuales incluyen cocción, trituración, fermentación, evaporación y destilación.
El tequila suele tener un tradicional acompañante conocido como sangrita, compuesto por jugo de tomate, limón y un poco de picante. Sin embargo, hay personas que gustan de acompañar su 'caballito de tequila' (un pequeño vaso de vidrio de aproximadamente 2 onzas) con la mitad de un limón espolvoreado con sal (para disminuir la sensación de ardor que produce) o tomarlo en algún cóctel, siendo uno de los más pedidos son las famosas margaritas. También se puede tomar a sorbos, o de un solo trago.
A final de cuentas, si se beben más de dos, el efecto terminará siendo el mismo. Por eso, ante todo, se recomienda tomarlo con moderación o atenerse a las consecuencias de la ardua resaca que habrá que soportar al día siguiente.
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