fuente: http://www.eluniversal.com.mx/cultura/70876.html
Esta nueva técnica de eliminación es menos invasiva y riesgosa que las existentes, esto porque no es necesario extirpar el órgano afectado, requieres menos sesiones y además es más económico.
Alicia Cortés Hernández, investigadora de área de nanomaterial del Cinvestav Unidad Saltillo, señaló que este novedoso tratamiento que combate el cáncer óseo presenta la ventaja de no afectar las células sanas, como ocurre con la quimioterapia y la radioterapia.
El proceso consiste en recubrir nanopartículas con un polímero bioactivo para luego colocarlas en un fluido, similar a la sangre, que es inyectado vía intravenosa. De ahí se guía la sustancia hasta el tumor, después se somete al paciente a un campo magnético oscilatorio que eleva la temperatura del tejido.
Al aumentar la temperatura, los procesos metabólicos de las células cancerígenas se aceleran, provocando que no cubran la necesidad de más nutrientes y oxígeno, por lo que mueren.
Según la experta, la particularidad de esta investigación es que las nanopartículas que son recubiertas se unen químicamente al tejido y promueven el crecimiento del tejido óseo cuando están en contacto con los fluidos fisiológicos del organismo.
Por ahora se empezará a probar su efectividad contra el cáncer de mama, y en pruebas con ratones, pues hasta ahora se han realizado in vitro. Se calcula que dentro de tres años se podrán desarrollar las primeras pruebas en humanos. (Redacción)
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