fuente; jornada.unam.mx
México cuenta con poco más de 21 mil científicos en activo; sin embargo, se desconoce la cifra y localización precisa de los que laboran en el extranjero, por lo que se elabora el Atlas de la Ciencia Mexicana.
En un comunicado, Miguel Ángel Pérez Angón, del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), expuso que el objetivo de esta nueva edición del Atlas, actualizada hasta 2014 y que estará disponible para consulta a finales de marzo próximo, es subsanar estos vacíos informativos.
En este registro se documentan claras tendencias, como la escasa contribución que realizan a la ciencia nacional -por el número de investigaciones- entidades federativas con una aportación importante a la economía del país, como los estados de México, Sinaloa y Nuevo León.
Señaló que el Atlas de la Ciencia Mexicana está elaborado a partir de fuentes históricas, registros estadísticos e indicadores mundiales sobre producción científica, como Thomson Reuters y Web of Science, y también se documenta una tendencia gradual hacia la descentralización de la ciencia nacional.
Mientras en la década pasada 50 por ciento de la investigación científica se concentraba en instituciones de la capital del país, a la fecha la cifra se ha reducido a poco más de 30 por ciento.
"Todas las áreas de investigación se están consolidando. Las ciencias duras e ingenierías, en particular la física y las que estudian a la Tierra son las más desconcentradas", explicó Pérez Angón.
En contraparte, precisó el académico del Cinvestav, las áreas donde se observa una menor tendencia a la desconcentración son medicina, ciencias sociales y humanidades.
El experto en partículas y campos agregó que otra tendencia observada al analizar los datos del Atlas es la baja en el incremento de la planta de investigadores, que tuvo auge sobre todo en la segunda mitad del siglo XX
Mientras en la década de los 90 la planta académica crecía a un ritmo de 10 por ciento anual, a partir de 2000 el aumento se desaceleró hasta menos de cinco por ciento, explicó Pérez Angón.
La nueva edición del Atlas agrupa a los científicos nacionales en 10 áreas de conocimiento, organizados en indicadores globales que abarcan de 1900 hasta 2013.
El registro no sólo da cuenta de los nombres y adscripciones de cada uno de ellos, sino también datos sobre su formación y productividad, medida en el número de publicaciones y citas en revistas internacionales arbitradas.
"Incluimos toda la producción científica y sus repercusiones, el número de artículos publicados por cada uno de ellos, así como los lugares donde son citados", dijo.
Esto convierte al Atlas en un referente no sólo para los propios investigadores, sino para la definición de políticas públicas en ciencia y tecnología por parte de las autoridades.
Los datos contenidos en el Atlas, el cual podrá consultarse en este enlace, también ayudarán a entender los principales problemas asociados con la ciencia y la tecnología en México y a esclarecer cómo se da el "flujo" de cerebros.
En un comunicado, Miguel Ángel Pérez Angón, del Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), expuso que el objetivo de esta nueva edición del Atlas, actualizada hasta 2014 y que estará disponible para consulta a finales de marzo próximo, es subsanar estos vacíos informativos.
En este registro se documentan claras tendencias, como la escasa contribución que realizan a la ciencia nacional -por el número de investigaciones- entidades federativas con una aportación importante a la economía del país, como los estados de México, Sinaloa y Nuevo León.
Señaló que el Atlas de la Ciencia Mexicana está elaborado a partir de fuentes históricas, registros estadísticos e indicadores mundiales sobre producción científica, como Thomson Reuters y Web of Science, y también se documenta una tendencia gradual hacia la descentralización de la ciencia nacional.
Mientras en la década pasada 50 por ciento de la investigación científica se concentraba en instituciones de la capital del país, a la fecha la cifra se ha reducido a poco más de 30 por ciento.
"Todas las áreas de investigación se están consolidando. Las ciencias duras e ingenierías, en particular la física y las que estudian a la Tierra son las más desconcentradas", explicó Pérez Angón.
En contraparte, precisó el académico del Cinvestav, las áreas donde se observa una menor tendencia a la desconcentración son medicina, ciencias sociales y humanidades.
El experto en partículas y campos agregó que otra tendencia observada al analizar los datos del Atlas es la baja en el incremento de la planta de investigadores, que tuvo auge sobre todo en la segunda mitad del siglo XX
Mientras en la década de los 90 la planta académica crecía a un ritmo de 10 por ciento anual, a partir de 2000 el aumento se desaceleró hasta menos de cinco por ciento, explicó Pérez Angón.
La nueva edición del Atlas agrupa a los científicos nacionales en 10 áreas de conocimiento, organizados en indicadores globales que abarcan de 1900 hasta 2013.
El registro no sólo da cuenta de los nombres y adscripciones de cada uno de ellos, sino también datos sobre su formación y productividad, medida en el número de publicaciones y citas en revistas internacionales arbitradas.
"Incluimos toda la producción científica y sus repercusiones, el número de artículos publicados por cada uno de ellos, así como los lugares donde son citados", dijo.
Esto convierte al Atlas en un referente no sólo para los propios investigadores, sino para la definición de políticas públicas en ciencia y tecnología por parte de las autoridades.
Los datos contenidos en el Atlas, el cual podrá consultarse en este enlace, también ayudarán a entender los principales problemas asociados con la ciencia y la tecnología en México y a esclarecer cómo se da el "flujo" de cerebros.